ESTRATEGIA LÚDICA PARA FORTALECER LAS EMOCIONES DE LOS NIÑOS Y NIÑAS DE EDUCACIÓN INFANTIL

El presente proyecto de investigación surgió dentro de la Corporación Universitaria Iberoamericana de Bogotá, por tres estudiantes del programa Licenciatura en Educación Infantil, donde el eje principal es la educación emocional.

Este tiene como objetivo comprender la influencia de la escolarización en la construcción emocional y social de los niños y niñas; está dirigido a niños y niñas de educación infantil, para este fin se revisaron diferentes modelos teóricos sobre la educación emocional y también se tuvieron en cuenta las diferentes categorías que hablan sobre cómo desarrollar las emociones y la importancia de estas en la primera infancia.

Las emociones son propias del ser humano desde que nace y por ende el hombre es un ser emocional, eso quiere decir que las emociones forman parte del ser y es inevitable desligarse de ellas. Las emociones por lo tanto cumplen una función muy importante para la adecuación y la supervivencia del ser humano. Se puede decir que la capacidad con que los seres humanos tienen el poder de identificar, comprender y manejar sus propios estados emocionales son muy importantes para su desarrollo personal, ya que esto les abre las puertas a los seres humanos hacia la Inteligencia Emocional.

Se infiere que las emociones son instrumentos que ayudan a los seres humanos a responder con rapidez, frente a algunos acontecimientos imprevistos que funcionan de manera espontánea, son impulsos para actuar. Cada una de las emociones preparan al organismo para una condición distinta de respuesta; por ejemplo, el miedo provoca un aumento del ritmo cardiaco que hace que llegue más bombeo de sangre a los músculos facilitando la respuesta de huida. Actualmente los niños y niñas se expresan libremente por medio de las emociones, aunque muchas veces por la edad no las identifican; los niños y niñas a pesar de esto expresan de manera corporal y gestual sus emociones en los primeros años de vida.

Los niños y niñas experimentan muchas emociones en la etapa de desarrollo, su pensamiento es emocional y al comprender sus estados emocionales es significativo para ellos. Al conocer sus emociones los niños y niñas pueden comprenderse a sí mismo, aceptar sus emociones y transmitir lo que sienten frente a todo tipo de situaciones.

Paulo Freire (1997 p.52) “habla de la pedagogía de las emociones del amor. Para entender la educación de las emociones es preciso recordar el concepto de educación bancaria, una concepción de la educación como proceso de depositar los contenidos en el educando por el educador”.

Según Paulo Freire infiere en su postulado, como es importante trabajar con los niños desde una pedagogía emocional humanizada donde no solo es importante el aprendizaje del niño si no; su pensar, su actuar, su ser.

Como afirma Paulo Freire (1997 p.11) “Uno no puede ser si los otros no son”. El docente necesita al estudiante y viceversa, ambos se educan, aunque con tareas propias complementándose, muchas veces preparan a los seres humanos intelectualmente al mundo exterior, pero, emocionalmente no.

Por consiguiente, muchas personas tienen brechas emocionales imborrables desde sus primeros años de vida, estas brechas marcan al ser humano de forma positiva o negativa dependiendo de su experiencia.

Frente a lo anterior expuesto las docentes en formación quieren trabajar ambientes emocionales en los colegios por medio de estrategias lúdico (artísticas). Además, los niños con estos ambientes transitaran sus emociones que traen consigo desde casa al jardín, esto les ayudara a que cada uno de los niños experimente una nueva forma de sentirse ameno en el aula de clase. La música en muchos casos sirve y ayuda en muchos aspectos como, por ejemplo: Coordinar la respiración y a relajar el pulso, consiguiendo así que los niños y niñas se relajen y aprendan a controlar sus emociones.

Así mismo los efectos que produce la música en el sistema nervioso, permite que al escuchar canciones alegres los niños y niñas calmen su estado de ánimo y se sientan felices y generen una mayor concentración frente a sus actividades escolares.

Goleman (1996 p.40) define la inteligencia emocional como ‘‘la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos. Los problemas que se encuentran en la infancia son: la baja toleración a la frustración. Esto les afecta no solo el aprendizaje a los niños debido a que; se frustran y no son capaces de manifestar sus conocimientos de forma ágil y sus emociones cambian dependiendo del contexto o la situación que el niño este enfrentando en el momento y esto interfiere mucho en las relaciones sociales.

Para desarrollar la empatía, los niños y niñas tienen que ser capaces de ponerse en el lugar del otro, esto no ocurre hasta que tienen 3 o incluso 5 años de edad, pero, de igual forma es un concepto en el que se debe trabajar.